Entender que madre-bebé es un todo indivisible
Durante las dos horas que siguen al nacimiento, el bebé vive el periodo que los expertos llaman sensitivo. Las descargas de noradrenalina que el encéfalo ha vertido al torrente sanguíneo durante el parto, hacen que el bebé esté en un estado de alerta tranquila. Durante este periodo es capaz de girar la cabeza o buscar el rostro y los ojos de su madre y gracias a esta hormona su olfato se agudiza y memoriza el olor de la madre, estableciendo el vínculo afectivo con ella.
Durante las dos horas que siguen al nacimiento,
el bebé vive el periodo sensitivo.
Reconoce a su madre si está en contacto piel con piel con ella.
La naturaleza creó el sitio perfecto para el bebé: sobre el cuerpo de la madre. La parte central del tórax está más caliente en una mujer que acaba de dar a luz que en cualquier otra persona. Involuntariamente es capaz de aumentar la temperatura de esa zona hasta lograr estabilizar la temperatura corporal del bebé, impidiendo la pérdida de calor. Las cunas de calor son innecesarias si se permite a la madre el contacto directo e ininterumpido con el bebé.
Si el bebé es depositado sobre el abdomen de la madre después de un parto sin drogas el bebé será capaz de reptar hasta el pecho de la madre. Los movimientos del bebé, las patadas que da sobre el abdomen de su madre son un masaje que obliga al útero a contraerse previniendo hemorragias graves.
¿Cuáles son los beneficios para el bebé?
Todos los bebés, al estar piel con piel, se estabilizan más rápidamente que aquellos que están en la incubadora. Los latidos del corazón de la madre y su respiración rememoran al bebé su pasado intrauterino. Con ellos, el bebé acompasa las constantes vitales a las de la madre:
- el ritmo cardíaco
- el respiratorio
- la temperatura corporal
- la glucemia
- la estimulación inmunológica
- la tolerancia al dolor..
El contacto piel con piel al nacer es lo mejor para el bebé (pero madre y bebé deben estar acompañados)
Tras el parto la madre está cansada y en muchos casos exhausta. Es muy importante no dejar sólos a la madre y al babé para que algo tan necesario, con tantos beneficios tanto físicos como psiquicos termine en tragedia.
Durante las primeras 24 horas sobre todo, se debe comprender la necesidad de ir observando la actividad del bebé y el color, y de prevenir la obstrucción de la nariz. En caso de que esté muy cansada o adormilada, se aconsejará al padre o a otro adulto que vigile al recién nacido, o incluso que sea el padre quien coja al bebé para tenerlo él en contacto piel con piel. Si no hubiera ningún acompañante cercano (y la madre muy cansada o adormilada) no se dejará al bebé en decúbito prono sobre el abdomen o el pecho de la madre, sino en una cuna y en decúbito supino. Tampoco distracciones al teléfono con el bebé en esa posición o dándole el pecho.
La posición ideal de la madre podría ser semiincorporada entre 30 y 45º, con una almohada bajo la cabeza. Al parecer de este modo es más complicado que pueda haber complicaciones con el bebé.
Nadie pone en duda que el contacto piel con piel es beneficioso para los recién nacidos y por eso se recomienda que se siga haciendo siempre que se sigan ciertas pautas de vigilo.
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