Si eres madre, ¿a qué olía tu bebé cuando era recién nacido? Es probable que nunca te cansases de olerle, tanto, que incluso te pareciera algo extraña tu actitud de olerle una y otra vez… En realidad, es algo muy normal en las madres porque el olor de sus hijos recién nacidos provoca en el cerebro un efecto narcótico, es decir, un efecto muy parecido al que producen las drogas. Y además, es adictivo. No existe ninguna madre en el mundo que se canse de oler a su bebé… porque huele de maravilla.
La madre se enamora del bebé
Es un acto instintivo que la madre sostenga a su bebé recién nacido y le dé un beso… y éste es el momento en que madre e hijo se vinculan para siempre gracias a la naturaleza. Esto ocurre porque tanto la madre como el bebé están cargados de hormonas para potenciar ese vínculo al máximo… de esta manera, la naturaleza se asegura de que la madre cuide de su cría y la supervivencia de la especie siga su curso.
Dicen que el parto es la única cita a ciegas en la que conocerás al amor de tu vida, y así es, efectivamente. Las madres se enamoran de sus hijos y las hormonas de la oxitocina tienen mucho que ver en esto. Además de esto, la naturaleza provoca que el bebé huela de manera que cuando la madre lo huela sienta calma, placer y felicidad por lo que no se cansará de hacerlo y cuidará de su bebé pase lo que pase.
Un estudio lo confirma
Para confirmar que esta teoría es cierta se hizo un estudio por la revista “Frontiers in Psychology”. En él se siguió a 30 mujeres. La mitad de ellas acababan de ser madres y la otra mitad no tenía hijos. Se les pidió que identificasen varios olores, y entre ellos había un pijama usado por un bebé. Las mujeres olían los objetos con los ojos tapados y los investigadores observaban qué ocurría en sus cerebros.
Las que acababan de ser madres identificaron rápidamente el olor a bebé y los niveles de dopamina en su cerebro aumentaron (la parte del cerebro que está asociada con la recompensa). Se activaban las mismas zonas del cerebro al oler el pijama del bebé que cuando olían comidas que les resultaban placenteras. La dopamina seguía apareciendo en escena… cuando se libera dopamina en el cerebro se disfruta de la sensación igual que cuando se usan drogas… aunque por supuesto, en el primer caso, es de manera natural y sin consecuencias graves para la salud.
Una unión para toda la vida
La naturaleza se encarga de que el bebé y la madre liberen hormonas suficientes para que desde el momento del parto la unión se cree. La hormona clave como hemos apuntado más arriba es la oxitocina que se conoce como la hormona del amor. Justo después de que la madre haya dado a luz su cuerpo experimenta una inundación de ésta hormona… tanto que llega a los niveles máximos, más de los que pueda alcanzar en cualquier otro momento de la vida.
Por lo tanto, es la oxitocina junto con la dopamina las encargadas de que todo marche bien en el vínculo entre la madre y el bebé y se genere fuerte e indestructible. La madre siempre estará al lado de su hijo para cuidarle y protegerle, porque su instinto de madre se acaba de crear y no se romperá con nada en la vida. Se ha convertido en madre y su hijo formará parte de su corazón mientras ella tenga un aliento de vida.
Vía: Etapa Infantil