EL AMOR QUE ALBERGAS
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Vamos a ver… ¿cómo puedes ser capaz de hacer algo así y estar tan tranquila? ¿Cómo?
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Veo esta imagen con tu cuerpo, a modo de silueta, y en su interior tu esqueleto, el que tu cuerpo sustenta. Y ahí dentro, ajeno a todo y a todos, un pequeño saquito de huesos que cada día se hace más grande.
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¿No te parece increíble? ¿No te parece asombroso?
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Porque sí, es algo que sucede todos los días en todo el mundo: cada día nacen miles de bebés, pero no por ello deja de ser alucinante que seas capaz de gestar, nutrir y un buen día, si todo va bien, parir a ese garbancito que se habrá hecho grande y que llega al mundo con dos objetivos claros: ser feliz y ser libre.
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No viene a hacernos felices a nosotros, no tiene esa responsabilidad. Tampoco viene a dar luz a nuestras vidas, a menudo más mediocres de lo que desearíamos. Eso es cosa nuestra. Pero podemos aprender mucho de ella.
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Lo increíble es que viene con el “código fuente” instalado, con un libro lleno de páginas en blanco, que están por escribir, con una introducción ya escrita.
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En ella se leen palabras como integridad, pureza, sensibilidad, AMOR (esta sale continuamente), confianza, sinceridad, creatividad, imaginación, respeto, cariño, caricias, juego, risas, besos, libertad… y con otras como sufrimiento, dolor, tristeza, llanto, decepción e incluso muerte.
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Todo está escrito ahí, y todas aparecerán más tarde o más temprano en el resto de su libro porque formarán parte de su vida, y tú y yo seremos parte también, porque la acompañaremos redactando su historia.
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¿Te das cuenta, cariño, del amor que albergas? ¿Te das cuenta de la responsabilidad?
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Porque yo me lo estoy planteando ahora y me da mucho miedo. Leí el otro día un body que decía “Trátame bien, estoy hecho de sueños”.
Son sus sueños, no los nuestros. Y llegan con ese mensaje que los adultos no nos molestamos en leer, porque llevamos tantas páginas escritas de nuestro libro que nuestra introducción ya quedó atrás. Somos niños que hemos olvidado demasiadas cosas.
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Cariño, en cuanto nazca, tenemos que leer sus primeras páginas, porque llegará dispuesta a obligarnos a recordar lo que ella merece y lo que todos merecemos: AMOR.
Texto: Armando Bastida. Vía: Facebook.